El misterio del ectoplasma
Todos aquellos que hemos visto películas como los “cazafantasmas”, al hablar de ectoplasma se nos vienen a la mente esas sustancias verdes, pegajosas y hasta cierto punto asquerosas que emanan de los “fantasmas”, pero a veces la ficción puede superar a la realidad y ésta, es una de las tantas excepciones la regla.
Se conoce como Ectoplasma a una supuesta materia viva que se halla presente en el cuerpo físico de cualquier ser vivo, capaz de asumir estados líquidos o sólidos. La denominación “Ectoplasma” fue propuesta por Charles Richet un fisiólogo francés, quien después de 30 años de estudiar el fenómeno, en el año 1894 cuando aseguró haber visto la forma de un brazo emerger del cuerpo de una médium llamada Eusapia Pallaidno.
Según los estudios de Richet, el ectoplasma es en su primera etapa invisible e intangible, pero puede ser fotografiado a través de rayos infrarrojos; en la segunda etapa se vuelve más vaporoso y viscoso, y es posible detectar un olor parecido al ozono; ya en sus etapas finales, tiene la forma de una gasa o manta; en raras ocasiones se torna color rojizo.
Otro caso intrigante es el de Jack Webber, minero inglés que se introdujo en el espiritismo por su esposa. Él afirmaba que tenía diversas habilidades, como la levitación de objetos, ectoplasma , psicokinesis y comunicarse con los espíritus voces.
Hay distintas fotos en las que se le ve produciendo ectoplasma, pero la más sobresaliente es la siguiente.
Por si no fuera poco los médiums afirman que en ocasiones puede llegar a conformar cuerpos enteros, y en estos casos se mueven provistos de vida propia, hablando o caminando con una total independencia. Afirman que suelen poseer funciones fisiológicas como pulso, tensión arterial, temperatura corporal y respiración, todo ello medible y asimilable a los valores normales del ser humano.
El médium, durante la supuesta producción, afirma que experimenta (o registra) una disminución de masa; la cual es recuperada una vez que ha absorbido de nuevo el ectoplasma. Una sustracción con fines de análisis científico infligiría al médium un supuesto e “intolerable sufrimiento”.
Y por si esto no fuera poco un ‘ectoplasma’ apareció en las calles de una ciudad china el 1 junio de 2013, se extendió por unos 50 metros en el centro de una carretera, informó una cadena de noticias china.
Los perplejos bomberos y los agentes de la Policía que acudieron al lugar, acordonaron la zona y evitaron que el flujo de la sustancia maloliente obstaculizara el tráfico.
Sin duda, el ectoplasma es hasta hoy un enigma para los científicos, que a ciencia cierta no saben con certeza cómo, ni por qué se produzca tal sustancia, lo que es cierto es que las fotografías son impresionantes y se necesitarían nervios de acero para poder ser partícipe de estos encuentros.
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